Lanzamiento del Colaboratorio de Memoria Histórica
El lunes 24 de febrero de 2025, Wikimedia Colombia hospedó el evento “Sueños de Memoria: Lanzamiento del Colaboratorio de Memoria Histórica”, co-organizado con el Instituto Colombo-Alemán para la Paz CAPAZ.
El evento fue un conversatorio en el que participaron Blanca Nubia Monroy – Lideresa de Mafapo en Bogotá, Margarita Restrepo – Lideresa de la Comuna 13 en Medellín, y Adrián Cano – Líder de Asovida en Granada, Antioquia. María Ordóñez Cruz, artista, facilitó este encuentro.
El conversatorio inauguró el Colaboratorio de Memoria Histórica, una serie de encuentros periódicos de trabajo voluntario que tendrá lugar de manera híbrida (presencial y virtual), con la que Wikimedia Colombia espera contribuir a la dignificación de las víctimas del conflicto en Colombia. En 2024, el equipo de Wikimedia Colombia facilitó un espacio de cuatro días de prototipado en el marco del Laboratorio colaborativo: eje de paz y memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). A través de esta iniciativa, se avanza en la constitución de una red de alianzas interinstitucionales y de voluntarias y voluntarios, con el objetivo de desarrollar las líneas de trabajo definidas en la Estrategia Disoñar Futuros Posibles (2025-2027). A continuación compartimos algunas de las reflexiones que surgieron en el contexto del conversatorio.
Teniendo como trasfondo la pregunta por la materialidad de los objetos y los documentos, se destacó desde el inicio del conversatorio la fragilidad de la memoria histórica. Todo aquello que usamos para anclar nuestros recuerdos de seres queridos, está sometido a condiciones que lo deterioran y pueden terminar por disolverlo. Un claro ejemplo de ello son las bitácoras que guarda el Salón del Nunca Más, gestionado por Asovida en Granada, Antioquia, donde la humedad ha dañado el papel en el que se conservan los relatos vivos de personas dadas por desaparecidas. ¿En qué medida nuestra memoria colectiva depende de la durabilidad de los registros, de los archivos y los repositorios?
Además de registros y documentos, la memoria histórica pasa también por otras objetualidades: las de los símbolos. En este sentido, Blanca Nubia Monroy destacó el carácter simbólico de las botas negras de caucho en relación con la memoria de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, los mal llamados “falsos positivos”. Miles de personas jóvenes en Colombia han sido engañadas, torturadas y asesinadas en indefensión, para luego ser presentadas como supuestas bajas en combate por agentes de las fuerzas armadas del Estado. Tras su muerte, los cuerpos e identidades de estas personas fueron cambiadas con uniformes camuflados, botas negras de caucho (mal puestas) y armamento, con el fin de hacerlos pasar por guerrilleros. Sus madres, tras más de 17 años, siguen exigiendo justicia y verdad, son las Mujeres con las botas bien puestas, que han logrado mostrarle al país que “Las Cuchas Tienen Razón”.
En medio de la búsqueda por maneras alternativas de materializar la memoria histórica, Margarita Restrepo presentó una tela bordada que representa lugares, personas y eventos de la vida en la Comuna 13 de Medellín. Esta obra, en sí misma, configura una cartografía emocional que desafía la comercialización y gentrificación turística que ha sufrido la Comuna 13. Al presentar la obra, la señora Margarita narró cómo “La Escombrera” se ha vuelto un terreno de exceso afectivo, “donde no hay ya dónde pisar”, pues parece que “todo el terreno es solo cuerpos”; mirando su obra, afirmó que el arte ha sido su psicólogo, pues le ha enseñado cómo vivir con el dolor.
El conversatorio permitió evidenciar que las tres organizaciones (Asovida, Mafapo y Mujeres Caminando por la Vida), construyen memoria a través de prácticas de enseñanza abiertas, dirigidas a niñas, niños y personas adultas. Mediante el arte, el deporte, y los encuentros situados con sus comunidades y en sus territorios, aportan a la Colombia libre, segura, tranquila y en paz que sueñan, que dudan llegar a ver pero que están construyendo, permitiendo que la memoria hable, que diga la verdad, que cuente.
De cara al negacionismo de los crímenes de Estado por parte de algunos sectores sociales y medios de comunicación, el conversatorio permitió destacar que la memoria histórica es un terreno en disputa, y que plasmar memorias es una manera de resistir a las prácticas de borrado. Además, nos permitió formular preguntas que el Colaboratorio de Memoria Histórica podrá abordar si sus participantes así lo deciden, tales como: ¿de qué manera las plataformas digitales, entre éstas las de Wikimedia, pueden (re)mediar o reparar? ¿Cómo la memoria histórica contribuye a las comunidades en términos de justicia restaurativa? ¿Qué nuevos medios, prácticas, voces y escuchas, pueden permitir la pluralización de las memorias, de las verdades y las narrativas?

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